¡Muy buenas! Pues hasta lo que yo sé, no. Cuando una persona ingiere proteínas en un alimento, éstas pasan por el sistema digestivo y, por tanto, son hidrolizadas (se rompen en trocitos) de manera que dejan de llevar a cabo su función. Cuando tomamos proteínas, estas se rompen en aminoácidos y péptidos que son los que de verdad utilizamos y asimilamos. Los utilizamos, por ejemplo, para sintetizar las proteínas que nuestras células luego utilizan para las diferentes funciones.
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