Desde que comencé en la investigación, allá por 2008, tenía claro que no solo investigar era importante, sino también comunicar a la sociedad lo que hacían los científicos. Eso que llaman transmisión del conocimiento, pero que desafortunadamente muy pocos llevan a cabo. Durante los primeros años de doctorado no tuve mucho tiempo para llevar a cabo actividades de tipo divulgativo, ya que el laboratorio comía todo mi tiempo. Había mucho que aprender. Sin embargo, en cuanto me vi un poco más suelto en el laboratorio, empecé a hacer cosillas educativas en mis ratos libres. Impartí seminarios en algunas universidades e intenté introducirme en actividades divulgativas que se hacían en mi centro de investigación o en congresos a los que asistía.
Estando ya en el CNIO y gracias a la iniciativa CNIO & The City pude formar parte en muchas actividades divulgativas. Trajimos al laboratorio a estudiantes de secundaria que querían conocer la ciencia más de cerca, enseñamos el centro a estudiantes de bachillerato y cada año organizamos la noche europea de los investigadores. Todas las actividades fueron muy exitosas y yo las disfruté muchísimo. Después de participar en todo esto, cuando me dijeron que estaba seleccionado para Somos científicos, ¡sácanos de aquí! me puse muy contento. Era una magnífica oportunidad para llevar a cabo una actividad divulgativa en toda España que nos pusiera en contacto directo a científicos y estudiantes.
Ahora que ya han acabado los chats y la avalancha de preguntas, el resultado no me podía haber dejado mejor sabor de boca. Nunca pensé que, a pesar de estar enfrente de una pantalla de ordenador, íbamos a tener una relación tan directa con los estudiantes. Además, ellos no solo se han interesado por la ciencia en sí, sino por la vida de un científico que entiendo que es bastante importante si te planteas ser científico en un futuro. En mi caso, tuve también la gran oportunidad de poder visitar uno de los institutos participantes, el IES Miguel Delibes de Madrid, y así conocer a los chavales de primera mano. Sencillamente, la experiencia me encantó. Y por si no fuera poco, tuvimos la gran suerte de participar todos en un programa de radio en directo para hablar sobre Somos científicos, ¡sácanos de aquí!. ¡Fue simple y llanamente sensacional!
Gracias a todos los que me votaron he tenido la suerte de poder ganar en la zona cloro y, por tanto, tener la financiación para llevar a cabo una actividad de divulgación científica. No es una tarea fácil, pero intentaré hacerlo lo mejor posible. Desde siempre he pensado que el dinero que se nos da en forma de proyectos a los científicos para investigar es un donativo de la sociedad y, por tanto, los científicos deben devolver este favor de alguna manera. Creo que lo que mejor podemos hacer es explicarles qué es lo que hacemos, qué objetivos tenemos y cómo nos planteamos resolver problemas para conseguir mejorar nuestras vidas. Le he estado dando la vuelta a varias ideas y, por un lado, me gustaría crear una página de contenidos científicos y, por otro, acercar la ciencia en general a través del teatro, por ejemplo. En un primer momento pensé en visitas a centros de investigación, pero creo que es algo que ya se hace desde los propios centros.
Por último, quiero agradecer profundamente a estudiantes, profesores, científicos y organizadores su gran labor en Somos científicos, ¡sácanos de aquí! y haber conseguido hacer realidad algo que para muchos investigadores es vital: comunicar ciencia.
Iván
Mucha suerte con tu proyecto de divulgación, Iván. Como bien dices, es casi una obligación para nosotros los científicos el explicarle a la sociedad qué hacemos, por qué lo hacemos y qué aspecto pretendemos mejorar. A por ello!!