Pues la verdad es que la docencia (enseñar) te tiene que gustar. El trato con la gente a veces no es fácil, aunque también creo que es de las cosas más agradecidas, sobre todo con los niños. Es un trabajo muy agradable también, porque al tratar con la gente te entretienes, y normalmente aprendes muchas cosas también de cada persona
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